Boca arribó bien temprano al país luego de haber vivido una noche mágica en Brasil, donde obtuvo el pase a la final de la Copa Libertadores de América tras haber eliminado a Palmeiras en una serie de penales que tuvo al arquero Sergio "Chiquito" Romero como figura estelar.

En ese contexto, el plantel "Xeneize" dejó el aeropuerto de Guarulhos pasadas las 2 y llegó al Ministro Pistarini de Ezeiza cerca de las 6 con el plantel con el ánimo por las nubes luego de haberse instalado en la final número 12 del club en la Libertadores, de las cuales ganó 6, la última en 2007.

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Uno de los jugadores más aclamados por los hinchas fue Romero, clave en toda la Copa y quien este jueves tapó dos penales en la tanda, con los que Boca pudo lograr la clasificación a la final.

Los jugadores tendrán jornada libre y retomarán los entrenamientos este sábado en el predio con miras al próximo compromiso que será el martes que viene en Córdoba, ante Belgrano, por la octava fecha de la Copa de la Liga.

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Boca jugará la final el próximo 4 de noviembre a las 17 ante Fluminense en el mítico estadio Maracaná, de Río de Janeiro.

Fluminense logró el pase a la final el miércoles último luego de eliminar en semifinales a Internacional, tras vencerlo por 2-1 en Porto Alegre (antes habían igualado la primera semifinal en Río de Janeiro, 2-2).