Río de Janeiro será el epicentro de la final entre la Selección de Brasil y la Selección de Argentina, pero la onda expansiva rebotará en Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y en cada ciudad de este país. También será lo mismo en el interior de Brasil y en las grandes urbes. Y sucederá lo mismo en Europa, Norteamérica, Asia, en todos lados. Pero dónde se vivirá igual que en Argentina y Brasil será en Bangladesh.

Este país del Sur de Asia, dónde se habla bengalí, es uno de los focos principales dónde se vivirá el Argentina y Brasil. Por las figuras de Lionel Messi y Diego Maradona, hay mucho cariño en ese país hacia los colores albicelestes. Dicen que al ver la actuación de Diego en México 1986, varios bengalíes quedaron obnubilados con la Selección Argentina. También Brasil tiene sus adeptos, por Neymar y otros cracks que han jugado en Europa y Mundiales. El problema es que, a veces, la admiración puede volverse peligrosa y pasar a ser violencia.

Ocurrió en Brahmaria, a 120 kilómetros de la capital, cuando hubo enfrentamientos en esa pequeña población rural entre los hinchas de Argentina y los hinchas de Brasil. Hubo piñas, patadas, volaron palos y otros objetos contundentes. ¡Sí, en Bangladesh! Son famosas las imágenes en las que se la caravana que se dio luego que Argentina venciera 2-1 a Nigeria y logrará el pasaje a 8vos del Mundial pasado, en Rusia.

Para este sábado, responsables de la policía explicaron que están en alerta de cara a la final. En la semifinal ganada por Brasil contra Perú se habían desatado disturbios. En declaraciones a AFP el policía jefe Mohammad Amranul Islam, expresó que temen lo que pueda pasar en los festejos que uno de los dos lados tendrá luego de lo que ocurra en el Maracaná.

”Hemos pedido a los habitantes que no vean el partido en pantallas gigantes. Hemos ido a los pueblos y les hemos dicho que no pueden reunirse durante la final”, afirmó Islam. En la nación asiática, el principal deporte es el cricket, pero el fútbol también tiene lo suyo en este país de 168 millones de habitantes. Y el duelo de este sábado será la oportunidad de reafirmarlo.