(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El escándalo de la reventa de entradas y las denuncias de un posible negocio armado para la Doce ya no son solamente tema del periodismo sino que la Justicia empezó a investigar y tomar medidas.

Hoy DOBLE AMARILLA informó, citando fuentes de la Doce y dirigenciales, que la barra habría recibido 4.800 entradas para el partido ante Perú para repartir entre sus miembros y para generar un negocio de reventa que ronda los $10.000.000. La cúpula de los violentos xeneizes, incluidos Rafael Di Zeo y Mauro Martín, no podrán asistir a ese partido porque el ministerio de Seguridad les aplicará el derecho de admisión y esta sería la manera de calmarlos. A cambio, prometen no generar violencia y garantizar que no habrá un clima hostil contra la Selección ni los dirigentes.

Esta entrega de entradas a la barra y la reventa de particulares y de empresas, ya está siendo investigada por la Justicia que tomó algunas medidas. A cargo de la instrucción, está el titular del Gabinete de Coordinación de eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires, Daniel Luis González. Este cuerpo trabaja directamente con el fiscal General de la Ciudad y con los fiscales del ministerio público de CABA recogiendo pruebas e información y sugiriendo medidas que suelen ser vinculantes. Según pudo saber DOBLE AMARILLA, entre ayer y hoy se tomaron justamente las primeras medidas que fueron librar órdenes a diversos sitios y redes sociales para que den de baja las publicaciones de reventa de entradas. Como suele suceder, pese al impedimento, los sitio incumplen o levantas las publicaciones y al otro día vuelven a aparecer.

Más allá de esa primera acción, según pudo saber este medio de fuentes judiciales, en las próximas horas el Ministerio Público de la Ciudad de Buenos Aires le pedirá a la AFA información respecto al proceso de venta de los tickets. Si bien una de las aristas de la pesquisa apunta a la barra de Boca, en la justicia olfatean que la empresa Ticket podría haber colaborado con la reventa de esas y otras localidades. Las sospechas instaladas desde hace tiempo es que la propia empresa perteneciente al Grupo Time for fun tendría una “ventanilla blue" donde liquida remanentes a precios mucho más elevados que los oficiales.