(De la redacción de DOBLE AMARILLA) La Selección argentina busca técnico y en la lista de candidatos que empezaron a sonar desde la partida de Jorge Sampaoli está el de Marcelo Gallardo, uno de los entrenadores con mejor currículum en los últimos cinco años. Sin embargo, entre los dirigentes que tienen la decisión de decidir el futuro DT (Tapia y Angelici) no figura el Muñeco como alternativa real pese a sus cualidades innegables.

Hay dos motivos fundamentales por los cuáles Gallardo no figura en esta lista tentativa de posibles técnicos de la Selección Mayor: primero las manifestaciones públicas del actual DT de River en las que expresó que su tiempo para dirigir el equipo nacional será más adelante y segundo la sintonía del Muñeco con Rodolfo D'Onofrio, ambos muy distantes de la conducción actual de la Asociación del Fútbol Argentino. Cabe también aclarar que, tampoco es ni fue jamás Gallardo el predilecto de Tapia, como se intentó instalar desde algunas usinas. Un detalle realista no menor es que el actual entrenador millonario cobra más del doble de lo que percibía Sampaoli. 

En este sentido, en las mesas de rosca futbolera especulan que esta movida para poner a Marcelo Gallardo en el escaparate de la Selección es un juego que justamente busca poner al presidente de la entidad millonaria en este tema de primera plana de la opinión pública. En este contexto se dio la visita del jueves pasado que el propio D'Onofrio realizó a la Casa Rosada para encontrar al presidente Mauricio Macri y, si bien voceros de ambas partes se encargaron de desestimar cuestiones deportivas en el temario, dos fuentes calificadas de presidencia le confirmaron a ‘Doble Amarilla’ que la pelota formó parte del diálogo.

Lo que no entienden en el edificio de Viamonte es porqué D’Onofrio no se acerca a la conducción que lidera Claudio ‘Chiqui’ Tapia directamente para tender un puente a futuro… en lugar de buscar llegar a través de indirectas. En reiteradas entrevistas, D’Onofrio habló que hay que planificar, armar un proyecto serio, hasta admitió que su entrenador tiene un perfil ideal para liderar un proceso así, pero no levantó el teléfono ni se acercó a las oficinas de AFA. Más bien eligió el camino de comentar su bosquejo de idea para la Selección a todo protagonista o no que se cruzaba en Rusia y en Buenos Aires.   

Lo cierto y claro es que Marcelo Gallardo no será el técnico de la selección argentina, al menos en el corto plazo, que apunta a la Copa América de Brasil en lo inmediato y al Mundial de Qatar 2022 al largo plazo. Y es impensado hoy que ni AFA, ni D’Onofrio den cualquier paso de acercamiento de cara a lo que viene. Quizás desde lo discursivo y en fina diplomacia si, pero en las acción no parece factible.